Conozcamos a Santiago Azor
- ¿Quién es Santiago Azor como profesional?
Alguien a quien le apasiona su trabajo y siempre busca la excelencia por encima de cualquier otro planteamiento. Con sus ventajas y sus inconvenientes. Soy fiel a mi estilo y reconozco que ello no siempre es ventajoso en todos los aspectos, pero me pierde la belleza de las cosas bien hechas.
- Y en el plano más personal, ¿cómo te definirías?
Una persona sencilla con convicciones pero adaptable y capaz de cambiar de opinión si alguien me convence lo suficiente. No me gustan los dogmas y creo que las consecuencias de nuestros actos son del todo imprevisibles, por lo cual no es necesario obsesionarse por escoger siempre la “mejor” opción.
- ¿Qué significa para ti la ingeniería?
La manera más sencilla de concebir objetos funcionales sin equivocarse demasiado a la primera… O casi.
- ¿De dónde te viene esa pasión?
Tengo demasiados intereses como para conformarme con una sola cosa, y la ingeniería me permite tocar casi todas las teclas que me apetecen con cierto conocimiento de causa.
- ¿Qué otras pasiones tienes?
Me apasiona el ciclismo en ruta y lo practico de manera habitual. Combina perfectamente el deporte con la ingeniería.
- ¿Con qué sueña Santiago Azor?
Con erradicar los mecanismos que chirrían (jajajaja). Sueño con muchas cosas, pero intento no obsesionarme con ninguna. Simplemente pongo los medios necesarios para que crezcan, como el que riega y cuida sus plantas.
A nivel profesional me gustaría que nuestra empresa fuera una referencia en el buen saber hacer. Simplemente.
- ¿Algo de lo que te sientas especialmente orgulloso?
De tener un socio tan bueno que tape mis defectos y haga salir mis virtudes. Por lo menos se me ha de reconocer que sé escoger.
- ¿Por qué decidiste estudiar ingeniería?
Como he contestado anteriormente, una ingeniería permite dedicarse a muchas cosas y a nada en concreto. Creo que es una buena base para desarrollar muchos proyectos en tu futuro profesional.
Sobre su profesión
- ¿Es difícil “sacarse” una ingeniería?
Depende de muchos factores. El tiempo dedicado, la ilusión empleada, la capacidad de adaptación… Reconozco que estadísticamente hablando existe un porcentaje bajo de estudiantes que consiguen acabar en poco tiempo la carrera, pero las circunstancias personales influyen en gran manera.
- Crees que la formación que recibiste en la universidad fue suficiente o cuando terminas la carrera es cuando realmente empiezas a aprender?
Gran pregunta. Cada año que pasa te daría una respuesta diferente. Evidentemente con el ejercicio de la profesión vas aprendiendo cosas, pero una buena base es imprescindible para no realizar errores de bulto. Existen muchos ingenieros experimentados que tienen una base de conocimientos poco sólida que les lleva a cometer muchos errores evitables.
- ¿Qué relación existe entre un ingeniero y un arquitecto?
En mi caso el matrimonio (jajajaja). Y dos hijos. Para que luego digan que no nos entendemos. Creo que escuchándonos todos podemos aprender del otro.
- ¿Quién acude a vosotros para llevar a cabo un proyecto: el arquitecto, el cliente final…?
Normalmente el arquitecto nos encuentra (o lo encontramos) buscando solución a alguna petición fuera de lo habitual realizada por el cliente final. También hay veces que el arquitecto pretende ganar alguna obra a base de algún elemento espectacular que lo diferencie de sus competidores y ahí estamos nosotros para echarle una mano.
Un poco más sobre Birkigt
- ¿Cómo, cuándo, dónde y por qué nace Birkigt? 🙂
Fruto del hastío y aburrimiento a causa de la crisis iniciada el 2007 y a la necesidad de acometer proyectos ilusionantes que relanzasen nuestras carreras. También el azar deparó que empezásemos a realizar encargos particulares de ingeniería aplicada al sector doméstico donde vimos un largo camino por recorrer.
- ¿Y por qué ese nombre? ¿Hay alguna historia detrás?
Mark Birkigt fue un importante ingeniero de inicios del siglo XX con cierta vinculación con nuestra ciudad natal. En principio era el nombre secreto de nuestra idea “proyecto Birkigt”, y al final le cogimos cariño. Incluso lo tenemos registrado como marca comunitaria.
- Birkigt se define como “ingeniería de alta costura”. ¿Qué significa esto exactamente?
Nos gusta adaptarnos al cliente. No hacemos pantalones, hacemos fundas que mejoren las piernas de nuestros clientes. Una por una, a su gusto. Con la máxima calidad siempre. Descartamos proyectos de los que no podamos sentirnos orgullosos.
La ingeniería resuelve problemas intentando cuadrar tiempo, precio y calidad. La ingeniería de alta costura intenta resolverlos maximizando la calidad con el tiempo y recursos necesarios para ello.
- ¿Cómo os repartís el trabajo entre David y tú?
Contamos con un particular método de pensamiento conjunto que nos lleva a realizar la mayor parte de las tareas importantes de manera paralela. Puede parecer una pérdida de tiempo, pero estamos contentos de cómo nos ha ido hasta ahora. Poder colaborar tan estrechamente evita errores y permite un desarrollo más ágil de soluciones, lo que a la larga permite ahorrar tiempo. No pretendo convencer a nadie de ello, pero os aseguro que funciona.
- ¿En qué se diferencia Birkigt de otras empresas?
La mayoría de empresas que son llevadas por sus fundadores son bastante reflejo de sus personalidades. En esto no somos una excepción. Quizá nuestra vocación de “ganar limpiamente” nos distingue un poco, pero esto es generalizar bastante. No somos los únicos, pero creo que somos una minoría. No todo vale para triunfar.
- ¿Qué papel juega la tecnología en vuestras creaciones?
Utilizamos todo el conocimiento tecnológico disponible para mejorar las prestaciones de nuestros productos, pero sólo si es necesario. Cada cliente es un mundo y podemos usar soluciones del siglo XIX mecánicas cuando existe alguna opción electrónica si ello permite un grado de distinción o belleza no alcanzable de otro modo más “tecnológico”. Recuerdo que la mayoría de nosotros aún llevamos relojes con agujas… y algunos a cuerda.
- ¿Y la personalización?
Lo es todo. No repetimos productos porque los hacemos bajo pedido y uno a uno. Es lógico que el cliente pueda escoger hasta el más mínimo detalle cuando es un diseño que le pertenece.
- ¿Qué es lo más original o “estrambótico” que habéis llegado a hacer? (Y que se pueda contar).
Lo más estrambótico no suele materializarse. Nos han pedido piscinas que se conviertan en rings de boxeo para veladas nocturnas, unas palmeras gigantes mecánicas que hiciesen sombra y recogiesen aguas pluviales pero que pudiesen replegarse sobre sí mismas, etc…
Nosotros solemos dar respuesta a estas peticiones pero el presupuesto suele ser un escollo infranqueable en muchos de estos casos.
Y un poco más allá
- Acabáis de abrir este año una delegación en Polonia. Cuéntanos un poco más sobre ese desembarco en el país polaco.
A consecuencia de nuestros frecuentes viajes a Polonia como asesores de una empresa española con delegación allí, surgió la posibilidad de colaborar con un ex empleado de la firma que comenzaba un proyecto de representación de empresas españolas en Polonia. Como creemos en el potencial de país y confiamos plenamente en Bartosz, no dudamos en empezar nuestras actividades en aquella zona de Europa.
- ¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?
Deseamos incrementar nuestra presencia en el sur de España y zona centro. Especialmente interesante la zona de Costa del Sol debido a que gran parte de la vivienda construida es de segunda (o quinta) residencia y esto permite expandir el negocio de manera indirecta a cualquier parte del mundo.
- ¿Cómo definirías el éxito?
Celebrar los logros y no obsesionarse por lo que no ha salido tan bien. Si lo consigues, serás feliz y esto sin duda es un éxito.
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